BIENVENIDOS A TODOS...QUE TENGAN UN BUEN DÍA!!!!!!!!!

OJALA EL CIELO TUVIERA TELÉFONO PARA PODER ESCUCHAR LA VOZ DE AQUELLAS PERSONAS QUE YA NO ESTÁN, QUE SE VAN SIN AVISAR .PERO QUE QUEDAN SIEMPRE EN NUESTROS CORAZONES, PERSONAS QUE YA SON PARTE DE NUESTRA HISTORIA Y QUE SE EXTRAÑAN MUCHO. :(

sábado, 3 de marzo de 2018

Para ti...

Hola Desconocido. No te conozco, porque aunque estuvimos juntos el tiempo suficiente, la persona que eres hoy me resulta un total desconocido. Desconocido porque el chico que creí conocer no está, porque me doy cuenta de que me enamoré de la idea de ti que yo creé, no de quien en verdad eres.
 A veces no entiendo que la persona por la que en algún momento hice tantas cosas ahora sólo sea otro desconocido, y con quién no cruzo siquiera la palabra.
 Pero sabes, llegó el día en que puedo agradecerte. Por romperme el corazón y regalarme una de las lecciones más grandes de mi vida, las ganas de amar de la forma más bonita y sincera posible.
Tal vez suene raro que luego de todo lo que me hiciste yo te agradezca; pero te explico, entendí que si quise ver tantas cosas buenas en ti es porque eso hay dentro de mí, y ahí comprendí que te portaras de una forma tan tonta, pues al final cada uno da lo que tiene.
Gracias porque aprendí que puedo ser la mejor persona con alguien y eso no garantiza que lo sean conmigo, así que hoy tengo los ojos abiertos a lo que doy y recibo.
Gracias porque aprendí que no puedo hacer que otra persona me valore, pero que tampoco valgo menos si no lo hacen y sobre todo, que puedo irme cuando eso pase.
Gracias porque aprendí que no todas las personas son sinceras, que algunas incluso mienten, tú fuiste infiel, pero que no voy a vivir preocupada por eso, porque jamás podré tener la total certeza de que alguien sea sincero, yo sólo puedo confiar.
Gracias porque aprendí que cuando quiero a una persona soy tan sincera e incondicional como es posible, incluso más, porque en ocasiones estuviste tan mal y el resto se fue yo estaba ahí contigo, y eso lo hacen muy pocos.
Gracias porque aprendí que lo que creí que dolería tanto en realidad fue lo mejor que me pudo pasar, y no mal interpretes, porque claro que dolió, porque cuando me lastimaste tanto supe que no iba a extrañar a alguien que no me merecía.
Gracias, porque con todo lo que viví a tu lado la que creció fui yo, al final no me importa si no reconoces a la mujer que soy, porque a mí ya me quedó más que claro.
Al final te agradezco, porque aprendí que existen dos tipos de personas, las que como tú, no saben amar, y las que como yo, no sabemos no hacerlo. Y como lo dije, no tengo miedo, lo único que me dejaste fueron las ganas de no dejarme vencer. No puedo desearte que te vaya bien o mal, sólo como lo merezcas. Para mí vienen cosas buenas porque aquí no fui yo quien perdió.
Todos los días me repetía una frase que me enseñó mi madre y que se ha convertido en mi mantra; “en la vida, tarde o temprano todo pasa, esto también pasará”
ADIÓS.

jueves, 8 de febrero de 2018

Chechito y la Luna

En el planeta de las estrellas Doña Luna era la reina, pero ella muy triste pasaba la noche. Las estrellas hacian de todo para que recupere su alegría pero sus ojos estaban rojos de tanto llorar.

Sus amigas ángeles estaban preocupadas porque la Luna no los alumbraba como antes. Cada noche al sonar las campanas llevaban ante la Luna a un niño escogido para que converse con ella. Ya habían pasado más de mil pequeños, pero nadie había logrado arrancarle una sonrisa. Cierto día una estrella rosada y juguetona, divisó en Lima a un niño llamado Chechito que era muy amado por su familia. Él corria alegré con sus juegos y le preguntaron si queria conocer a Doña Luna.
El pequeño que tenía la carita más dulce aceptó de inmediato porque siempre desde su habitación miraba admirado a la belleza plateada. Esa noche Chechito se presentó ante su majestad Luna. Ella lo miró un largo tiempo sin pronunciar ninguna palabra. El pequeño se acercó a la estrellita rosada y pidió que los dejaran solos y que cerrarán las puertas del castillo. Una rato después se escuchaban carcajadas, Doña Luna y Chechito reían debajo de la puerta del castillo se veía un gran esplendor. Desde ese día Chechito visita a la Luna cada noche pero nadie conoce el motivo de tanta alegría...Solo Chechito y la Luna saben que al sonar las campanas a las diez, el pequeño se sienta junto a ella mientras sus manitos le hacen cosquillas. Los dos sonrien a carcajadas complices de sus conversaciones y travesuras. Este momento es especial es esperado con ansias por ambos donde comparten su amistad y la felicidad llena sus corazones y la luna resplandece intensamente. Ahora que tú tambien lo sabes, no olvides guardar su secreto.